viernes, 23 de marzo de 2007

BIENVENIDOS!!!



Hola, como estan todos??, así dejamos abierto este espacio, para los poetas anónimos del mundo, que quieran publicar aqui ideas, poemas, reflaxiones, comentarios, lo que quieran.


Para abrir este cuarto sin paredes pero con ventanas al mundo, quisiera presentarles a Aldo Pellegrini, un gran poeta argentino, surrealista, de profesión médico, algunos dirán que esto es raro, la profesión de médico combinada con la de poeta, pero la historia nos dió varios ejemplos como estos, por ejemplo García Lorca estudió leyes para complacer a su padre, todos conocemos el caso de Kafka, y otro es el Macedonio Fernàndez, que tambien estudiaron leyes.


Aqui van poemas de Pellegrini, que los disfruten.


EN VOZ BAJA
En voz muy baja
para poder atravesar la fragilidad de tu sueño
te haré la revelación de las formaste contaré la belleza
de lo que nunca se vivelas maravillas que nacen imprevistas de la intensidad
del ardor
te enseñaré a caminar con firmeza en la oscuridad
a iluminar la noche con los deseos
a investigar el secreto inmortal
las aventuras galantes alineadas por orden
cronológico
de la vigilia
las borrará el sueño que busca la mujer que todos
rechazan
la mujer que enciende su espíritu caída en las
maravillas del amor
Yo
despierto
predico la absurda técnica de la irresolución
inmóvil
en voz muy bajate revelo
que el mundo es una graciosa mentira inventada por el
buen humor de los mártires.


ALGUIEN QUE DESPIERTA
Abre tus ojos de barro
tus ojos de cielo y de noche interrumpida
tus ojos de alfombra, tus ojos pisoteados
ábrete a la luz y ala sombra y a los vientos
a la sombra negra que arrojan los cuerpos.
Árbol de la ceguera, de las muertes,
camino de las desapariciones,
marchas hacia los ojos abiertos del tiempo
hacia el agua pura del instante que corre
cuando te detienes te tornas
andas te destruyes
sólo eres la sombra de la idea de ser
pero con el hueco de tu mano ves todo
por el hueco de tu mano te derramas,
cuerpo ávido de caricias de atmósferas,
mil veces impasible, mil veces tierno
pero finalmente absorbido por la nada
que corroe lentamente el agua del tiempo.