sábado, 30 de agosto de 2008

Otros calendarios.

Debemos aceptarlo
Ya no es nuestro tiempo
y acaso hubo alguno nuestro?

Acaso dedicaron calendarios
en honor de nuestros versos?

Se construyeron monumentos
por una palabra?

Tal vez antaño
en el recodo del sueño
voló una mariposa dorada
y engendró la miel en nuestras lenguas.

Pertenecemos mas bien al imperio
devastado de las quimeras bravas
con picos centellantes
y garras impiadosas.

Otros calendarios
para nuestros ojos
que vivieron a la sombra
en conmemoracion de la poesía.

Romper filas.

Deliro con un mundo sin adioses
carente de victorias y derrotas.

Atribuladas ninfas engullieron el desastre
aclarando los puntos cardinales
en cuatro rumbos nulos
y desnudos.

Delirios de ternura en esta efinge
que sacuda el templo del dinero.

Insanas bestias de amor sin reparos
Insanos engendros que mezan nuestras cunas.

Que la trastocada dicha nos eliga
y que peligrosa nos embeba!.

Pero en el fin de los hilos
en el origen de las vidas
emerge algo tremendo y tenebroso
como la muerte misma.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Disculpas del inocente.

Disculpas si el candor los ha rozado
por no ser herramienta
abyecta como el hacha.

Disculpas por mi amor a la poesía
Diculpas por mi fiel melancolía

Los niños jugaron al puño y el rostro
y yo fui mas rostro que nada
Los niños juzgaron al pájaro herido
y yo fuí las alas desiertas.

Luego en la selva
la ciudad enmudeció
en terrores.

El hampa desbordaba sus señales
haciendo mella en todas las palabras
y una bala rasante
clavó su plomo aberrante
en la luz de los primeros inocentes.

Después la profunda tristeza
despedazando el silencio.

Después un baile etéreo de la muerte
acompasando el latir de los hombres.
Por mano propia o
por extranjera
acuchillando el pecho
hasta el dolor eterno.

Y así los inocentes
rezando a los cielos
buscando a dios
o al diablo
en cruces olvidadas
por el mundo.

martes, 19 de agosto de 2008

Dispersiones globulares

Precisa fuego la tierra
la que ayer concebimos de silencio.

Un sólo llanto subre las guirnaldas
un sólo llanto de inocencia
Y el océaño gigante
nos devorará con sus gargantas.

Cayeron una a una las luces del estruendo
Y quiénes son ellos?
Los glaciares que se erigen en monarcas
Los glaciares abyectos socavando nuestras almas

Y sus manos...
Garfios inertes que claman sangre!
Y sus manos...
horizontes desguazados por las venas.

Fluye la mar entre mis ojos tibios
acabando con las frágiles costillas
de las palabras perforadas.