sábado, 3 de abril de 2010

Desesperación.

Sube la marea
y de sus brazos fluyen barcos
y ansioso reviso las manos
de ilas indecisas medusas.

Así también existe un vértigo macabro
una tristeza vagabunda
que perfora el craneo
y adormece la visión de las estrellas.

Así también procrean los colores
grisaceos del ayer
y oscuros del mañana
y nacen monstruos lánguidos
feroces en la bruma
y comen de tu ríspida cabeza
las heces que se agolpan en tu extraña calavera.

No más alusiones al júbilo
hoy procuro muerte
hoy desvelo toda la miseria
la propis
la del otro
la del mundo que se entrega
por hombres sin hogar
y anónimos soldados.

Todo lo demás poco me importa
La boa de esa tierra
me asfixia alegremente
y no reacciona a tiempo mi plegaria.

Aire que despides a los pájaros ingenuos
dime mi lugar en este páramo vencido.

viernes, 2 de abril de 2010

...

Las palabras no son talle ni medida

Para darle a los espacios la pulsión de las heridas.


Para eso está la música sagrada

Que acrecienta el sueño atroz de la poesía

Y el trueno de la voz de Schopenhauer

Impera convertido en otra clave.


Oh pensamiento difuso

Trágate el suelo en que hundes

Toda la faz de las cosas.


Oh pensamiento indeciso

Muérete o vive en los cardos.


Surja la música vana!

Surja siniestra y hermosa!

Que el mundo parezca una rosa

Y el hombre una dulce campana.


El tiempo se vuelve celeste

Resopla su nieve bastarda

Más todo concluye y lo inerte

Se vuelve materia constante.


Al caos le doy notas de sangre

De cuerdas que fueron rasgadas

Por muertes y soles gigantes.